Otras, de repente, tenían la respuesta al por qué Madrid no sería olímpica (casualmente a esas personas, en la jornada previa, solo les escuché decir las grandes posibilidades que tenía Madrid).
Por otra parte, ya estamos buscando culpables; que si el
CIO, que si los franceses, que si el tiempo, que si, que si..
Bajo mi punto de vista, lo que tendríamos que hacer es lo que se hace en todas las empresas; recopilar, analizar, deducir, concluir y
resolver.
Si uno no sabe por
qué ha perdido, probablemente no sepa cómo ganar.
Si buscamos culpables en el exterior en vez de mirar en el
interior en busca de errores (no de culpables) quizás es seguro que volveremos
a tropezar en la misma piedra. Si seguimos haciendo las cosas igual,
obtendremos siempre, el mismo resultado (Albert Einstein).
Deseo que este análisis se esté realizando y que probablemente
en cuestión de unos meses tengamos la solución a nuestro problema.
Aunque quizás sea mucho confiar, puesto que las decisiones
que incumben a un país, que influyen en la imagen de marca del conjunto y que pueden
tener impacto en la economía nacional suelen tomarse más por el “pálpito”
político que por el análisis técnico.
Qué se debería hacer en el futuro?
Bajo mi punto de vista, la inversión que supone presentar una candidatura olímpica no es
comparable con los beneficios que aporta, incluso sin ganarla.
Madrid, desde que lo intenta, pone en el mapa a España, a
nivel global, cada cierto tiempo. Promueve la imagen de marca, y nos hace
trabajar en torno a un proyecto común.
Creo que se dan las circunstancias
económicas (en la presentación del próximo proyecto España estará en
mejores condiciones), políticas
(toca Europa, hay más ciudades europeas interesadas y ante una dispersión del
voto, podemos obtener beneficio) y sociales
(las personas) para que España vuelva a presentar a su ciudad capital, Madrid,
como ciudad candidata a albergar los Juegos Olímpicos del 2024.
Considero que el
proyecto debería ser muy ambicioso, transformador, ilusionante, con hitos nunca
conseguidos. En el que los
patrocinadores tengan un lugar de privilegio, contando con todos, con las mejores marcas, y con las personas (nuevo modelo de patrocinio social e innovador). España como nación, necesita de proyectos comunes que se sitúen por encima de las ideas y las posturas políticas. Cohesión, unidad, y solidaridad, son los valores que se aportan en un proyecto de esta naturaleza.
El coste que supone
su presentación es irrelevante en contraste con los beneficios que se obtienen,
durante la preparación, en la elección y si se gana, con su posterior
ejecución.
Una candidatura
fuerte, solvente, financiada, co-participada, y apoyada a nivel político como
un proyecto de país, junto con la coyuntura olímpica en la que "toca Europa" y en la que se presentarán distintas ciudades de la potencia de París, Roma o Berlín dividiendo el voto, me permite pensar en porcentajes de éxito razonables.
Por todo ello, sin
datos y sin respuestas, solo con un análisis voluntarista y meramente
deductivo, apoyaría la presentación de Madrid como ciudad candidata para la
celebración de los Juegos Olímpicos del 2024.
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