lunes, 16 de abril de 2018

Se abre la veda

Hoy hace unos meses que cambié mis objetivos profesionales y abandoné el proyecto profesional en el que he invertido tanto.

Es cierto que desde hace tiempo no he escrito nada en mi Blog y la verdad es que eso es malo y, sobre todo, rompe con toda la estrategia de compartir, conectar y contribuir al conocimiento que me planteé hace ya varios años.

Pido disculpas por ello. Soy y he sido víctima de mis propios consejos. De aquellos que reparto a diestro y siniestro y que, sin embargo, en los últimos 4 meses no me he aplicado en primera persona.
Y como siempre digo, este blog no es más que un reflejo de lo que pienso y siento y por todo ello sirve como herramienta catártica y muestra el estado personal en el que me encuentro en cada momento.

Es un ejercicio de introspección externa (cosa contradictoria), con el que comparto mis intimidades, en primer lugar, conmigo mismo, y, en segundo lugar, con cualquiera que pase por la puerta de entrada.

Así soy yo.

Bueno, hay muchas cosas sobre las que hablar, ya sabéis que aquí no solo comparto experiencias profesionales y de conocimiento, sino que también emerge una preocupación social muy importante.

De hecho, si tienes tiempo y buceas por este espacio de expresión virtual, encontrarás una trazabilidad clarísima de lo que estoy hablando.

Hay veces, incluso, que me planteo llevar a cabo una clasificación sistemática de lo que digo, pero sinceramente, eso sería como poner puertas al campo en toda su extensión.

Se abre la veda

El título de esta entrada tiene su inspiración en la manifestación de ayer de los cazadores en toda España. Como sabéis reclaman su posición en el mundo, dado que se muestran como un deporte y sostienen su necesaria contribución al equilibrio ecológico y medio ambiental.

A mí, lo que me aporta este título es la necesidad de volver a “cazar” mis pensamientos y ponerlos a tu disposición.

De Mas a Mas

En el escenario político principal, Cataluña sigue siendo la preocupación central y como ya dije, el choque se produjo el pasado 1 de Octubre. La cuestión ahora no es, en mi opinión, si se internacionaliza o no el conflicto o quién va a entrar en la cárcel y qué coste va a pagar España por la situación planteada, sino cuando se va a disolver la autonomía de Cataluña y qué consecuencias tendrá esto a nivel del Estado.

Y digo esto, porque el conflicto planteado no se va a solucionar a corto plazo dados los siguientes factores:
  • Nacionalismo excluyente desde las filas independentistas
  • Ausencia de soluciones por parte del Gobierno del Estado (merced a su aparente debilidad)
  • Recesión o ralentización económica en los próximos años
  • Internacionalización (en todos los sentidos y bloques)

Con todo ello, el cóctel está servido. Tendremos conflicto para rato. Y es más, se radicalizará cada vez con mayor impacto internacional / nacional (a muchos actores (Rusia, China, Irán, etc) les interesa generar un escenario de inestabilidad en el sur de Europa) suponiendo que la única salida que los nacionalistas dejaran al Gobierno del Estado sea la cesión o la suspensión definitiva de la autonomía Catalana. No sé si me gustaría estar en la piel del futuro presidente o presidenta del Gobierno.

España, otra vez 


Además, sumado a lo anterior, España se convertirá, una vez más en la historia, en el precursor del gran conflicto. Y esto, que puede parecer catastrofista, es, a mi modo de ver, la forma en la que el ser humano contemporáneo va a repetir la historia más reciente (últimos 150 años).

Y es que los grandes bloques se encuentran en la tesitura de dar más “leña” al fuego “interno”  (más nacionalismo y populismo) y para ello no van a dudar (igual que están haciendo en Siria, Ucrania, etc) en desplegar toda su influencia para inestabilizar zonas concretas de sus supuestos enemigos, tirando de lo que ellos mismos sufren;  populismo, nacionalismo, intransigencia, conflictividad, financiación de salva patrias, etc.

El tablero está dispuesto de tal manera que, desgraciadamente para nosotros, es posible que en España suframos las injerencias de todas las potencias (el caso de Cataluña es paradigmático) convirtiéndose, como he dicho anteriormente, en el iniciador de un nuevo conflicto. No sé si en territorio propio o como consecuencia de él (porque se deterioren las relaciones hasta tal extremo que, en cualquier otro lugar del mundo, cualquier “accidente” pueda ser calificado como una agresión de guerra).

Expansión y crisis

Es curioso pensar así, puesto que estamos ante el periodo de expansión conocido más largo en las últimas décadas, pero parece, por la elevada conflictividad y el elevado tono que distemos mucho de ser conscientes de ello.

Fijaros, al contrario de lo que diría “X”, (que la crisis superada es aquella que tras un periodo expansivo cierra su ciclo con un repunte clave de la conflictividad) pienso que en esta ocasión, el daño ocasionado ha sido tan masivo que cuando queramos darnos cuenta estaremos inmersos en otra recesión sin haber superado, a nivel psicológico (y social) la anterior, por lo que el caldo de cultivo para todos estos fenómenos lo tendremos en perfecta disposición para propiciar los efectos que estoy describiendo.

Bajará el paro, mejorarán los datos macro, pero no lo harán a la velocidad necesaria para que se recupere el estado del bienestar perdido, por lo que, tal y como he indicado más arriba, no seremos capaces de superar la crisis de confianza y por ende, nos veremos abocados en otra recisión que “dará” la razón a todos aquellos que preconizan desde hace tiempo el cambio ultra de las instituciones, del estado y del gobierno. Casi nada. Ojo a lo que, en mi opinión, viene.

Un apunte: en Estados Unidos hablan de que la nueva recesión comenzará en menos de 12 meses. Veremos.

Causa efecto


Como todo está relacionado, en el ámbito político, como ya te puedes imaginar, los cambios que se avecinan son, al menos, inciertos.

En España, por ejemplo, contamos actualmente con 4 partidos de implantación nacional (este tema lo vengo analizando desde hace años, la verdad) pero es muy probable que las fuerzas acaben por invertirse, sobre todo, en el centro y centro derecha.

Tal y como he planteado en varias ocasiones, tanto el PSOE como el PP, están construyendo su propio techo de cristal. Desde hace tiempo son partidos sin bases y con estructuras orgánicas anquilosadas, jerarquizadas, poco comunicadas y, sobre todo, artificialmente renovadas. Esto ha llevado a que ambos gigantes se hayan mostrado con pies de barro.

Además, al PP le ha tocado “bailar con el más feo/a” puesto que no solo no ha cuidado su regeneración interna a lo largo de los años pasados, sino que se ha construido un Bunker que le está aislando del mundo exterior, generando graves distorsiones en su funcionamiento y en la propia toma de decisiones. Si a todo esto le sumamos las equivocaciones, derivadas de esa estructura en Bunker, se va a producir una involución histórica que, en mi opinión, nadie va a poder parar (efecto Bola de Nieve).

Esa involución la aprovechará Ciudadanos que tomará el relevo en la mayoría social y asumirá, con una elevada probabilidad (salvo cataclismo o injerencia) el liderazgo de opinión, y quizás de gobierno, en un periodo muy corto de tiempo.

A este respecto, además, se está viendo como la potencia alrededor de la cual gira el poder en España, (Estados Unidos), está moviendo sus piezas para que desde el populismo de derechas (similar al que aupó a Donald Trump, sino ver como Steve Bannon que salió de forma urgente y en Agosto de la Casa Blanca se encuentra asesorando en estos temas..) surja una iniciativa populista amparada en Vox que capte, en principio, el descontento del ala más conservadora del PP.

Con todo este escenario a corto plazo, el de medio plazo se complica todavía más, porque debemos tener en cuenta:
  • La escena internacional (juego de ejes)
  • La escena interna (mediatizada por la internacional)

o   Cataluña

Cuando decía, líneas más arriba, que España puede volver a convertirse en el precursor o vértice desde el cual se desencadene el nuevo conflicto global, quería decir eso exactamente, porque fíjate, si Ciudadanos accede al Gobierno no lo hará con la fortaleza suficiente siendo rehén, entonces, de los apoyos parlamentarios.

En esta situación, y con la inexperiencia de Gobierno, se va a topar con la radicalización definitiva de la situación en Cataluña (con el grado máximo de injerencia extranjera) poniéndose encima de la mesa dos soluciones antagónicas:
  • Disolver la autonomía de Cataluña
  • Negociar

Además, en el momento que te hablo, se encontrará con la nueva recesión, por lo que en función de las decisiones que tome tendremos:
  • Estallido social
  • Conflicto ¿armado?
  • Pobreza
  • Populismos (de extrema derecha y ¿extrema izquierda?)
  • Nuevas elecciones por la elevada conflictividad (con lo que eso supondrá, la entrada en el gobierno de alguien cercano a “Bannon” o a las tesis “Rusas”)

Y quién sabe que más cosas podríamos encontrar en un escenario así:
  • Anexión de las repúblicas bálticas (por parte de Rusia)
  • Ataques y expansión del Estado de Israel en Oriente Medio
  • Intervención de Estados Unidos en el conflicto de Ucrania
  • Desestabilización de la zona musulmana de la Federación Rusa
  • Desintegración de la Unión Europea (tal y como la conocemos actualmente)
  • Etc.

¿Qué podemos hacer?

Diría que tomar el control de nuestro propio destino. Pensar en nuestra familia. Protegerla.

Aunque es una hipótesis difícilmente objetivable, creo firmemente que para parar todo esto y generar una nueva rueda de acontecimientos, basta con que no suceda algo de lo que acabamos de desgranar.

Es decir, si el ciudadano Español toma conciencia de su responsabilidad, se podrían pulverizar todos estos pronósticos alterando, por ejemplo, una decisión. El voto.

Es curioso, darse cuenta de lo importante que se está convirtiendo participar y votar. Porque de este modo, votando, se pueden alterar los acontecimientos que en buena lógica parece que se están alineando para que ocurran de una determinada manera.

Esa causa o efecto se puede alterar simplemente con una victoria inesperada y fuerte de Ciudadanos, o de cualquier otro partido, que suponga una posición de fortaleza.

También, desde el punto de vista exógeno, con que Macron decida y se crea que en Europa se necesita un liderazgo claro que recupere y avance en el proceso de integración, (comenzando con la entrega a España de los independentistas fugados, desarrollando una política común en Defensa (a corto plazo)) se podrían parar los acontecimientos proyectados.

Son situaciones que podrían alterar claramente el escenario al que parece que estamos abocados. Incluso, simplemente, con que tomemos conciencia de la mejora de la situación económica y social, podría suponer, al menos, el retraso de todo lo que acabo de contar.

Nosotros, los ciudadanos, hoy más que nunca (gracias a las nuevas tecnologías) tenemos la capacidad de decidir lo que por lógica será mejor para nosotros. Y en este momento deberíamos de ser conscientes de todas estas variables y actuar en consecuencia.

Si no lo hacemos, otros lo harán por nosotros.
Se ha abierto la veda y parece que los conejos, somos nosotros.

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